Electrodomésticos de Cocina y Ahorro
Con estos consejos para ahorrar en la cocina con tus electrodomésticos de cocina podrás economizar en consumo y por lo tanto en dinero, gracias a:
- Configuraciones más eficientes los electrodomésticos.
- Elecciones más adecuadas desde el punto de vista del consumo.
- Pequeños cambios en la forma de utilizar los electrodomésticos de cocina.
Así que, comenzamos con las recomendaciones para ahorrar en tu día a día con los electrodomésticos.
Electrodomésticos de Clase Energética «A»
En el caso de electrodomésticos del tipo «grandes electrodomésticos» como pueden ser hornos eléctricos, lavavajillas, lavadoras, frigoríficos, etc, estos suelen llevar una clasificación energética, visible en una etiqueta. Estas son las clasificaciones de eficiencia energética que existen, ordenadas de más eficiente a menos:
- «A+++»: Es la más eficiente.
- «A++».
- «A+».
- «A».
- «B».
- «C».
- «D»: La menos eficiente.
La diferencia de consumo puede ser muy importante entre unos niveles y otros de clasificación y por supuesto más abultada cuanto más separados están los niveles de clasificación.
¿Merece la pena la diferencia de precio entre un electrodoméstico de una clase y otra?
Pues depende, por supuesto, cuanto más alejada esté la clasificación de un electrodoméstico de la de otro, puede variar mucho el consumo y por tanto según algunos estudios, suele merecer la pena.
Sin embargo, entre niveles muy cercanos, si la diferencia de precios es grande, puede no merecer la pena y es posible que se tarden muchos años en recuperar a través del ahorro energético la diferencia abonada al comprar el producto respecto a otro menos eficiente.
Por tanto, comprar un electrodoméstico de gran eficiencia energética suele ser interesante, pero sin que la diferencia de precio sea muy abultada respecto otro que también tenga una buena eficiencia. Eso sí, nosotros desde luego no recomendamos comprar electrodomésticos de las más bajas eficiencias.
Donde más puede merecer la pena comprar un electrodoméstico de gran eficiencia energética es especialmente en el frigorífico, ¿Sabes por qué? Mira el siguiente apartado para saberlo.
¿Cuál es el electrodoméstico que más consume en una vivienda?
Pues según varios estudios, el frigorífico es el electrodoméstico que más consume en una vivienda con un uso común. Es cierto que el frigorífico no tiene una gran potencia ni «gasta mucho» respecto a otros electrodomésticos más potentes como una vitrocerámica o una estufa, pero el frigorífico esta funcionando continuamente, cada minuto durante las 24 horas del día, 365 días al año. Esto, al mes suma más que cualquier otro electrodoméstico en circunstancias normales.
Emplea la Sartén Adecuada a Cada Fogón
La placa de vitrocerámica, eléctrica o inducción es uno de los electrodomésticos de cocina más potentes desde el punto de vista del consumo que hay y poner una sartén (u olla, o cacerola o el utensilio de cocina que sea) en un fogón más grande de lo necesario hace que desperdiciemos mucha energía. Además puede estropear tanto la sartén como la vitrocerámica.
También es desaconsejable que el fogón sea menos pequeño que la sartén, ya que en ese caso, la base de la sartén puede combarse hacia arriba o hacia abajo y se puede estropear la inducción, ya que los bordes de la sartén se calentarán y transmitirán calor a partes de la vitro que están fuera del área del fogón y que no están preparadas para recibir ese calor.
Aleja los electrodomésticos de refrigeración de las zonas calientes
Esto es obvio, ya que los electrodomésticos tendrán que trabajar y consumir mucho más para conseguir su temperatura de servicio si tienen un electrodoméstico al lado que transmite la temperatura opuesta a la que quieren generar. Así, por ejemplo, no debemos colocar un frigorífico junto a un horno, o placa de cocina.
Utiliza el Modo «ECO» en tus electrodomésticos
Algunos electródomésticos, especialmente los de serie grande suelen llevar un modo «eco» de configuración. Este modo está previsto para que el electrodoméstico pueda funcionar en condiciones de rendimiento adecuadas pero consumiendo menos energía. Normalmente es más que suficiente para el uso normal. Pruébalo, merece la pena, especialmente en el caso del frigorífico.
Revisa periódicamente el estado de los artículos
Debes revisar y hacer un buen mantenimiento de los electrodomésticos, ya que esto puede suponer una diferencia de consumo eléctrico muy notable. Un buen ejemplo es el de los filtros del aire acondicionado, los cuales si están sucios y los limpiamos, hacen que inmediatamente enfríe mucho más y mejor con menos potencia. También con las campanas extractoras sucias se desperdicia electricidad.
No guardes comida caliente en el frigorífico
Nunca, lo hagas. Si lo haces, el plato caliente calentará el aire frío del interior del frigorífico. El frigorífico tendrá que activarse, funcionar a más potencia y durante más tiempo para compensar esta subida de temperatura hasta que el plato se enfríe.
En su lugar, deja enfriar el plato fuera y después introdúcelo en la nevera.
No Enjuagar con agua la batería de cocina antes del lavavajillas
No es necesario salvo en casos de suciedad muy incrustada. En este caso, esta práctico produce un consumo de agua de unos 12 litros de media. Sirve con que retires los restos de comida con utensilios de cocina como un tenedor o una espátula.
No abras el horno para comprobar el estado de la receta
Se puede perder casi la totalidad de la energía calorífica acumulada y después de cerrar la puerta, el horno tiene que volver al calentar. Esto es trabajo «casi» doble y gasto «casi» doble.
Enciende la luz del horno, con ella normalmente es suficiente para poder ver la marcha de la cocción y consume mucho menos que abrir la puerta.
Elige nuevas ideas de cocina más eficientes
Han aparecido en los últimos años, electrodomésticos de cocina que nos evitan tener que usar tanta energía o optimizar mejor el uso de la misma. Hay dos ejemplos muy claros:
1. Hornos de Convección
Los hornos de convección nos permiten hornear sin necesidad de calentar un espacio tan grande como el de un horno tradicional de cocina. Como el bol sobre el que actúan es más pequeño, se calienta enseguida ahorrando electricidad. Además el sistema halógeno combinado con el ventilador que genera una corriente de convección hace que se caliente en tan solo unos segundos. Es un opción muy buena, rápida y asequible para hacer recetas de horno.
Otra ventaja es que suelen ser de cristal y podemos ver perfectamente como va la receta a través de él sin necesidad de destapar (más ahorro energético). Además podemos lavar el bol en el lavavajillas, en lugar de pegarnos la «paliza» de limpiar un horno normal por dentro.
2. Ollas Programables
Las ollas programables son mucho más eficientes en la mayoría de las recetas que una vitrocerámica o placa de inducción normal. Esto es porque cocinan a presión y en lugar dejar escapar el vapor lo acumulan y así no desperdician energía que va generando el calor. Además la ollas programables por sí mismas se desconectan y conectan conforme alcanzan la temperatura de servicio adecuada.
Todos estos factores hacen que se ahorre consumo eléctrico respecto a una cocina normal, pero no solo eso, también la comida sale muy rica y nutritiva puesto que los nutrientes, vitaminas y sabor no se escapan en forma de vapor gracias a su sistema de cocina a presión.
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